jueves, 29 de julio de 2010

ORDEN DE LOS BAUTISTAS ESTARIA DETRAS DE EXHUMACION DE LOS RESTOS DE BOLIVAR


(Bogotá) Según la opinión del historiador y analista internacional Roberto Blanco, presidente del Instituto de Historia Latinoamericana y del Caribe, una importante organización secreta con sede en Venezuela estaría operando como un tentáculo de la denominada “Orden de los Caballeros Bautistas” quienes estarían detrás de la inesperada exhumación de los restos mortales del Libertador Simón Bolívar y toda la parafernalia que ha involucrado a nivel mediático esta maniobra.

Para Blanco los miembros de esta peculiar orden –especie de división del rosacrucismo y gnosticismo- se caracterizan fundamentalmente por ser “adoradores de huesos”, por lo cual no resulta extraño verlos exhibiendo pequeños amuletos, dientes de animales muertos y hasta huesos humanos provenientes de rituales paganos vinculados a los solsticios y los equinoccios.

Gran Maestre Jorge Mier Hoffman, Caballero Bautista

En Venezuela el Gran Maestre de esta hermandad gnóstica seria el polémico historiador Jorge Mier Hoffman, quien es un anticatólico convicto y confeso además de ser un difamador de nuestro héroe independentista Francisco de Paula Santander, lo cual nos da una idea de la tendencia de esta hermandad de los bautistas, acotó Blanco.
El señor Hoffman ha venido sosteniendo en reiteradas oportunidades que Bolívar habría sido asesinado y que los restos mortales que reposan en el Panteón Nacional venezolano no pertenecen al Libertador, de allí la premura de los voceros del gobierno -vinculados en su mayoría a esta logia- para realizar exámenes de DNA a los restos de la hermana del Libertador para confirmar si realmente esos huesos pertenecen al libertador...
Entre los Caballeros de San Juan Bautista encontramos a políticos

de todos los niveles, magistrados, periodistas, historiadores, matemáticos, físicos, científicos, intelectuales, dirigentes jóvenes y un ejército de funcionarios de distintos organismos públicos los cuales pasan totalmente desapercibidos y solo pocos logran detectarlos.
De acuerdo al Blanco, el presidente Chávez habría sido “rodeado” desde sus inicios en la Presidencia de la República por esos misteriosos discípulos bautistas quienes lo habrían convencido de perpetuarse por 20 años en el poder a través de ciertos rituales con LA IMAGEN DEL LIBERTADOR –casualmente uno de las pinturas de Bolivar desapareció de la Casa Natal en la Capital venezolana en el año de 1999, y ahora lo habrían convencido de participar en un ultimo ritual con huesos del cuerpo del padre de la patria, que deben realizarse para el próximo 21 de diciembre, en medio de la entrada del solsticio de invierno, con lo cual llegaría sin problemas en la presidencia hasta el año 2018, aseguró el investigador.
Según la versión de los venerables de esta Orden, el mismo Libertador Simón Bolívar habría pertenecido a los Bautistas luego de haber sido iniciado en los Augustos Misterios masónicos.
Otros Bautistas reconocidos habrían sido Urdaneta, Sucre, Salias, Rivas, Vargas, Zea y un importante número de políticos y oficiales mantuanos.
En la actualidad pertenecerían a la Orden de los Caballeros de San Juan Bautista: Jorge Mier Hoffman (Gran Maestre), Nicolás Maduro (Gran Comendador),

Rafael Ramírez (Sublime y Valiente Príncipe del Real Secreto). En el occidente venezolano son bautistas destacados: Arias Cárdenas (Gran Maestre de Occidente, Patriarca Noachita); en oriente: El astrólogo Isaak Azzo (Gran Comendador del Templo), otros jerarcas de los bautistas serian: Elia Jaua (Maestro), Helena Salcedo (Maestro), el ex-diputado a la Asamblea Nacional Ángel Rodríguez (Maestro), Miguel Pulgar (Maestro),
Cilia Flores (Maestra), Nestor Reverol (Maestro), Walter Márquez (Maestro), Santiago Río (Maestro), Tareck AL Alzaimi, (Gran Vigilante) y el astrólogo Franklin Marchetti (Secretario íntimo)


Una de los objetivos ocultos de los Caballeros de San Juan Bautista sería el generar un conflicto internacional entre Venezuela y Colombia en busca de vengar el supuesto asesinato del Libertador, el cual según ellos, fue ordenado y ejecutado por seguidores de Santander y sus aliados masónicos venezolanos como retaliación por haber entregado a los españoles al Precursor de la masonería latinoamericana, Francisco de Miranda, luego de la perdida de la segunda República en 1811. En tal sentido la primera versión sobre el presunto asesinato de Bolivar fue difundida en el año de 1996 por el astrologo e investigador venezolano de origen cubano, Franklin Marchetti, perteneciente a la Logia Turimiquire, en el oriente venezolano y que es dirigida por el Venerable Isaak Azzo, (este último hermano del reverendo e iniciado Alfred Azzo)

Esta versión de la muerte por encargo del Libertador habría sido el resultado de una extensa investigación realizada por miembros de la Orden de los


Bautistas en territorio colombiano y que posteriormente, con la aprobación de los Altos Grados de la Orden, fue difundida por el Gran Maestre Jorge Mier Hoffman en sus tan publicitados libros La Carta, publicados en el 2009, 13 años después de la presentación de la investigación de Marchetti.
Bautistas, adoradores del fuego:
La iniciación del fuego de los Bautistas se fundamenta en el ritual pagano en la víspera del día de San Juan, ósea a las 12 de la noche del 23 de junio, donde los profanos deberán pasar la noche realizando canticos alrededor de una fogata que generalmente se hace en alguna montaña alejada de la ciudad. Lo que acontece esa noche es guardado en absoluto secreto por los participantes, sin embargo se sabe que en algunas ocasiones, pasadas las 12 de la noche, llega a materializarse Bafomet, que es el Ángel caído que es adorado por los Bautistas. Estos espíritus etéreos que aseguran algunos aparecen en el lugar y a la hora pautada, son utilizados por los seguidores de la Orden de San Juan para solicitarle poder, protección contra enemigos y riquezas. Desde ese momento los quedan sujetos astralmente entre sí y con los llamados “elementales del fuego”, representadas en el mundo físico por las salamandras, animales que extrañamente chasquean ante la presencia de los iniciados en el fuego de San Juan, como si se tratase de un saludo simbólico que les recuerda el compromiso adquirido.









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