miércoles, 28 de julio de 2010

Masonería y poder en Colombia

Que los masones cuando tuvieron el poder propiciaron la expulsión de los jesuitas y el control fiscal a los tesoros de la iglesia, que fueron grandes impulsores de la educación laica y la libertad de cultos, que sus principios de igualdad y fraternidad fueron hábilmente manipulados para ser expuestos como lineamientos del más arraigado comunismo (de paso sentenciando sus respectivos paralelos con el ateísmo y las prácticas demoníacas), son, y siguen siendo, los soportes sobre los cuales la sociedad mira con cierto sentimiento de precaución y celo la presencia de las logias masónicas y sus integrantes.Sociedades Secretas

Pero muy poco es lo conocido y lo publicitado sobre los positivos alcances que esta fraternidad ha impulsado desde su seno, pues en la discreción que le es natural a sus principios y líneas de conducta, la exhibición de sus hechos y del perfil de sus miembros se constituye en una violación de sus normativas éticas y de conducta.

Por esta razón, el ahondar en los alcances que en materia de democracia, manejo de la cosa pública, acciones y logros ejecutados por miembros de la masonería que en nuestro país alcanzaron los grandes altares del poder y en este caso en particular, la presidencia de la república, mas que un argumento para desarmar contradictores, se constituye en un paso necesario hacia la proyección de esta confraternidad de constructores de equidad y de buenas costumbres.

LOS MASONES Y LA LIBERTAD
La libertad hace parte de una de las columnas que fundamentan la existencia de la masonería. De ahí que es apenas natural que grandes cambios en la vida política de las sociedades del mundo flamearan a instancia del vaho inspirador que desde esta sociedad secreta tejieran sus miembros.

Así pues, la revolución francesa y una de sus hijas predilectas: la declaración universal de los derechos del hombre, tuvieron su natural origen en el seno de decenas de tenidas en las que libre pensadores como Rousseau, Montesquieu, Voltaire, D’Alambert, Víctor Hugo, entre otros muchos masones, expusieron sus ideas y las maneras de que ellas convergieran a favor de la transformación de la sociedad que adolecía de una dirección que orientara sus reclamos y propiciara las urgentes transformaciones.

La llama de libertad de los pueblos de América fue atizada en la fragua de distintas logias como quiera que, por ejemplo, para citar dos casos particulares, Benjamín Franklin IV y George Washington pertenecían respectivamente a las logias San Andrés (Boston) y Alexandría Número 22, donde este último era su Venerable Maestro y de la que hacían parte 20 de los 29 generales del ejército patriota norteamericano.En América Latina, y de manera particular en Colombia, la masonería se instauró oficialmente en el año de 1793. A instancia de Antonio Nariño y del médico francés Louis de Rieux, se funda en Santafé la primera sociedad secreta “El Arcano Sublime de la Filantropía”, con el único propósito de difundir en el Nuevo Reino de Granada las ideas de libertad y justicia social que proclamaba la confraternidad masónica universal.CARATULA TEMPLARIOS

Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander, Camilo Torres, José de San Martín, Bernardo O´Higgins y Francisco de Miranda, reconocidos luchadores e impulsores de la independencia, fueron todos masones y bajo el sigilo del templo, dirimieron sus ideas y orientaron su lucha a favor de la gran misión libertaria.

CONSTRUIR REPÚBLICA

Aunque, a decir verdad, no siempre las condiciones dictadas a la luz del quehacer fraternal soplaron en una misma dirección, el ejercicio intelectual de sus miembros cumplió a cabalidad con la misión de construir y afianzar los cimientos de la naciente República de Colombia.

De hecho, no fueron pocas las veces en que el barco se sintió a punto de naufragar y en ese huracán de ideas, muy bien caricaturizado como la “patria boba”, se registraron contradicciones de todo orden entre los miembros de las distintas logias que en sendos puntos de la geografía naciente buscaban sus propias fórmulas para orientar las políticas públicas de gobierno.

Así, por ejemplo, tras el fallido intento de asesinato en la llamada conspiración septembrina, Bolívar relacionó la participación de Santander en el acto y dedujo que en el seno de la llamada logia “Filológica” de Bogotá era en donde se había fraguado ésta, por lo que en su calidad de mandatario ordenó el cierre y la prohibición de todo tipo de confraternidades secretas, entre ellas las mismas logias masónicas.

Tras la muerte de Bolívar y con la fundación en Cartagena del Supremo Consejo Neogranadino del grado 33 y bajo su protección, hubo una amplia acción a favor de los ideales masónicos y a lo largo del país se levantaron las columnas de un importante número de talleres en donde figuras de la talla de José María Samper, Salvador Camacho Roldán, Jorge Isaacs, José Manuel Marroquín, el General José María Melo, Tomás Cipriano de Mosquera, Pedro Alcántara Herrán y Aquileo Parra, muchos de ellos que alcanzaron la presidencia de la república, dejaron una amplia huella en el devenir histórico nacional.masones3c-peq

EL RASTRO MASÓNICO

Muchas han sido las acciones que bajo la luz de una tenida masónica, son hoy ejemplo del pensamiento y la acción de estos hombres inspirados en la misión de construir una obra perdurable para bien de la sociedad. Prueba de ello se registran en el balance histórico dejado por algunos masones que, desde las altas esferas del poder, brindaron sus esfuerzos en esta tarea, por lo que siguiendo el rastro del balance de algunos ex presidentes masones, podemos calificar la labor que la Orden ha dejado en la construcción del país.

Antonio Nariño

Desde muy temprana edad se destacó por el liderazgo y sus ideas, de manera que con apenas 24 años ya tenía sobre sí el primer nombramiento importante en su carrera como alcalde de Bogotá. Vendría luego la destacada tarea de traducir y hacer pública la declaración de los Derechos del Hombre, lo que le valió la cárcel y prácticamente el exilio.

A su retorno hizo parte del ejército patriota y aunque como guerrero no gozó de muchos éxitos, su trabajo intelectual y administrativo le ganó la confianza de Bolívar quien lo nombra Presidente de la Nueva Granada, con el encargo sustancial de liderar la redacción de la primera Constitución Nacional.

José María Castillo y Rada (1828)

Reconocido por su amplio bagaje intelectual, hizo parte del triunvirato que tuvo bajo su cargo la dirección de los destinos nacionales y desde allí lideró hasta el cansancio la necesidad de terminar con las guerras interinas que estuvieron cerca de derrumbar todos los logros libertarios alcanzados hasta entonces.

Una de las frases de amplio calado que expresara al ser promovido a estudiar leyes dicta: “Dicen que la jurisprudencia es la ciencia de la justicia, y yo rara vez encuentro la justicia en las leyes. A pesar de todo estudiaré derecho, no por el deseo de ejercer una profesión que repugna a mi conciencia, sino guiado por la esperanza de poder servir algún día a mis semejantes.”

Simón Bolívar (Presidente de la Gran Colombia hasta 1830)El título otorgado por la Constitución de Mérida de “Libertador” sería un mérito de sobradas razones para advertir el alcance de su gran obra. Sin embargo, deteniéndonos un poco en los anales de la historia encontramos toda una sumatoria de hechos, tanto en el campo de la guerra como en el de las ideas, donde se perfilan los alcances que la siembra de ideas de marcada línea masónica, perfilaron en su alma y en su mente la definición de su porvenir.

Así, la semilla de igualdad y fraternidad que sembrara en su mente su tutor y profesor, el también masón Simón Rodríguez, dio sus frutos en la consecución de una misión que lo haría el libertador de cinco futuras naciones.

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central_santanderFrancisco de Paula Santander
(Presidente de la Nueva Granada entre 1832 y 1837)Su misión, una vez coronadas las justas libertarias, se orientó hacia la consolidación de una democracia fortalecida al tenor de las leyes.

Ejerciendo como presidente su mayor preocupación fue la educación, entendiendo que un pueblo sin conocimiento es un pueblo condenado a ser esclavo de su ignorancia.

Con un marcado lineamiento laico, durante su gobierno se pasó de 358 escuelas primarias a 1150, además de crear los llamados colegios mayores (hoy universidades).

Domingo Caicedo (presidente encargado 1831)
Designado primer ministro por el Libertador Simón Bolívar, tras la fallida noche septembrina, ocupó en varias oportunidades la vicepresidencia y tras la renuncia de Bolívar, durante unos pocos meses la presidencia. Como jurista y vicerrector del Colegio Mayor del Rosario, su preocupación por la educación y la demanda intelectual fueron sus principales bastiones.

José Ignacio de Márquez (1837 – 1841)

Este político boyacense es considerado como el Presidente de Colombia más respetuoso de la democracia en su más pura denominación. Libre pensador, su tarea fundamental la orientó hacia la organización de la Hacienda Pública y la construcción de escuelas, colegios y bibliotecas. Las medidas tomadas contra el libre manejo de los recursos de la iglesia, generaron la llamada “Guerra de los Conventos”.

Pedro Alcántara Herrán (1841 – 1845)

Fue en esencia un mediador entre el radicalismo de algunos liberales y la extrema derecha conservadora, por lo que durante su gobierno, además de promulgar la Constitución de 1843, debió recurrir a medidas extremas como la censura a la prensa y el retorno de la educación a la iglesia católica. Facilitó el regreso de los jesuitas al país lo que le valió la enemistad de sus compañeros de bancada.
Tomás Cipriano de Mosquera
(Presidente de la Nueva Granada entre 1845 y 1849). También fue presidente de los Estados Unidos de Colombia 1861-1864 y 1866–1867).Fue uno de los políticos y gobernantes de mayor reconocimiento en el siglo XIX. Entre sus muchos logros se destacan la implementación del sistema del libre cambio y la apertura comercial, el impulso a la navegación por el Río Magdalena y la construcción del Capitolio Nacional.

Promulgó la ley de manos muertas que le permitió expropiar una importante cantidad de tierras y bienes a la iglesia.

Dirigió las acciones hacia la federalización del país, creando Los Estados Unidos de Colombia y disolviendo La Gran Colombia. Expulsó a los jesuitas del país.

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José Hilario López (Presidente de la Nueva Granada entre 1849 y 1853)
Liberal en todo el sentido de la palabra, fueron muchos los alcances de su gestión como presidente. Retornó la libertad de prensa. Durante su gobierno de inició la Comisión Coreográfica, suprimió la pena de muerte y la prisión por deudas y su más destacado logro, decretar la libertad definitiva de los esclavos.

José María Obando (Presidente de la República de Colombia 1853 – 1854)
Su labor pasó casi inadvertida por causa de la guerra entre centralistas y federalistas que finalmente terminaron por tomarse el poder ante su negativa de imponer una dictadura en Colombia.

Eustorgio Salgar (Presidente del 10 de febrero de 1863 al 14 de mayo de 1863 y entre el 1 de abril de 1870 y el 1 de septiembre del mismo año)Es el gran propulsor de la educación en Colombia. Decretó la gratuidad de la educación. Un mensaje expreso a los miembros del Senado da fe de la calidad de su proyecto político:
“Un pueblo que vive en el oscuridad está sujeto a la opresión y a la anarquía. La ignorancia es un enemigo público que debe ser combatido con todo el poder del gobierno bajo cualquier forma que se le presente. A la ignorancia se persigue con el mismo derecho con que se persigue al crimen, que es una de sus manifestaciones” .
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Manuel Murillo Toro (Presidente entre 1864 a 1866 y 1872 a 1874)
Llamado el campeón de la libertad y el derecho, consideró que todo acto de gobierno debe ser conocido por el pueblo y creó “El Diario Oficial”, que desde entonces sigue publicándose. Inauguró el sistema telegráfico en todo el territorio nacional.

Los últimos veinte años del siglo XIX registraron la presencia de varios presidentes que en medio de las luchas interinas ocuparon este cargo durante muy poco tiempo. De ellos, los siguientes fueron masones: Santos Acosta, Salvador Camacho Roldán, Aquileo Parra Gómez, Julián Trujillo, Sergio Camargo, Manuel María Ramírez, Francisco Javier Saldúa, José Eusebio Otálora y Ezequiel Hurtado.

Eduardo Santos (Presidente de la República de Colombia entre 1938 y 1942)
Su trabajo se orientó especialmente hacia el agro y la salud, promoviendo acciones de reforma agraria y construcción de hospitales. Creó el Instituto de Crédito Territorial. Estableció el descanso remunerado de domingos y festivos. Aprobó el sindicalismo. Fundó la Radiodifusora Nacional y la Escuela de Policía General Santander.

Darío Echandía Olaya (1943 – 1944)
Fue considerado como un excelente conciliador. Sus medidas siempre buscaron la concordia y el retorno a la civilidad en medio del caos y la violencia partidista. Defensor de la democracia, prefirió deponer sus intereses personales a los del partido y siempre estuvo atento a encontrar fórmulas para la paz.

Alberto Lleras Camargo (Designado presidencial 1946–1947, Presidente de la República entre 1959 y 1962)En su primero y corto mandato se destacó por su notoria gestión internacional. Fue el creador de la Flota Mercante Gran Colombiana.

En su segundo mandato le correspondió iniciar el ciclo del llamado Frente Nacional.

Aprovechando sus contactos internacionales, impulsó con el gobierno de los Estados Unidos la llamada Alianza para el Progreso que fomentó la reforma urbana y la construcción de vivienda popular en varias ciudades del país.

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